Centro de DDHH-UNSL: Día de la Memoria
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Mar Mar 23 11:39:36 ART 2010
Centro de DDHH de la UNSL
A 34 años del último Golpe Militar
El Centro de Derechos Humanos de la Universidad
Nacional de San Luis expresa con motivo de
conmemorarse el Día Nacional de la Memoria por la
Verdad y la Justicia algunos conceptos al respecto.
La escritora Graciela Montes escribió en su libro
EL GOLPE: “Algunas personas piensan que de las
cosas malas y tristes es mejor olvidarse. Otras
personas creemos que recordar es bueno, que hay
cosas malas y tristes que no van a volver a
suceder precisamente por eso, porque nos
acordamos de ellas, porque no las echamos fuera de nuestra memoria”.
La Argentina sufrió a lo largo de su historia
múltiples golpes de Estado siendo el iniciado el
24 de marzo de 1976 el más cruel de todos,
crueldad para no fracasar donde los otros lo habían hecho.
Los que tomaron el poder en 1976 decidieron
cambiar la sociedad de raíz, acabar con
experiencias políticas previas como también
legislaciones y derechos básicos de la sociedad.
Dentro de los esquemas de este “nuevo país” no
había lugar para la disidencia y la diferencia.
Así, el último golpe de Estado irrumpió en la
historia no sólo por sus reformas económicas,
sino también por haber arrojado la suma de 30.000 desaparecidos.
El golpe no se gestó de manera espontánea, sino
que tuvo como apoyo a una extensa trama de
complicidades de empresarios, dirigentes
políticos, obispos, militares, periodistas que
supieron y callaron por convicción o docilidad.
El dispositivo desaparecedor aplicado fue un
administrador del terror y la muerte.
Por eso, a 34 años de lo acontecido no sólo
debemos recordar a las víctimas del terrorismo de
Estado, sino también los procesos políticos que
posibilitaron que esto sucediera. El último golpe
no sólo dejó desaparecidos y muertos, también
trajo consigo marginación y exclusión, esos son
los resultados del autoritarismo criminal que al
día de hoy, aún vemos sus consecuencias.
“El silencio no será una respuesta ni el tiempo cerrará las heridas”
A partir del restablecimiento de las
instituciones constitucionales, hubo avances
históricos como el Informe de la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas y el
juicio a los integrantes de las tres primeras
juntas militares, entre otros procesos
judiciales, y grandes retrocesos como las
llamadas leyes de punto final y de obediencia
debida y los indultos presidenciales a condenados
y procesados por la justicia federal.
Recordar el pasado reciente en este año del 34
Aniversario del asalto al poder perpetrado en
marzo de 1976, tiene un significado particular
cuando a partir de la anulación por parte del
Congreso de la Nación de las leyes de impunidad y
estas normas han sido declaradas
inconstitucionales por una Corte Suprema, ha
permitido la condena de militares y policías que
habían sido beneficiados por la obediencia de vida y el punto final.
Estos últimos logros, son el producto del rechazo
colectivo del olvido, y como lo afirmaban las
Madres de Plaza de Mayo ya bajo la dictadura
militar, cuando preguntaban dónde están los
detenidos-desaparecidos, y planteaban los
interrogantes de la verdadera reconciliación
nacional, “el silencio no será una respuesta ni
el tiempo cerrará las heridas”.
El juicio y castigo a los responsables de
desapariciones forzadas, torturas, ejecuciones y
apropiación de niños, no es un acto de venganza
sino de justicia. Reafirman que la vida humana es
valiosa, que la libertad debe ser preservada, que
debe respetarse la identidad y los lazos más
sagrados que pueden existir entre los seres
humanos, que nunca debe quebrantarse el derecho a
un juicio justo, y que éste es un requisito para
garantizar todos los derechos humanos para todos.
Es necesario continuar con el ejercicio de la
memoria y trabajar para alcanzar la Verdad y
Justicia, reclamando a las autoridades políticas
y jurídicas continuar los juicios y castigos a
los responsables de crímenes de lesa humanidad.
La memoria es nuestra fuerza. Por eso, mientras
la memoria no se borre, los culpables seguirán
siendo culpables y esos hechos aberrantes no volverán a repetirse NUNCA MÁS.
Este 24 de marzo de 2010, debemos también
reivindicar en la acción concreta de cada día, en
la militancia de cada uno de nosotros como
ciudadanos los ideales, las utopías y el accionar
de aquellos que se jugaron la vida por un país
más justo, igualitario y solidario. Olvidar en
la acción las reivindicaciones de aquellos
militantes es condenarlos por segunda vez a la
muerte, a la desaparición forzada. Estemos
presentes y solidarios en la lucha de cada
obrero, de cada desocupado, de cada docente, de
cada estudiante, solo así los militantes de los
‘70 estarán más presentes que nunca.
Este 24 de marzo, no solo deberá ser el espacio
de la memoria y del NUNCA MÁS, sino también la
exigibilidad de otros derechos vulnerados que padece nuestra sociedad.
“La casa no está en orden, solo podrá estarlo
cuando no exista más la figura del desaparecido,
cuando aparezcan todos los niños apropiados y
todos los asesinos hayan sido juzgados y sentenciados”.
Los 30 mil desaparecidos…. presentes, ahora y siempre.
------------ próxima parte ------------
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