¿Debemos debatir sobre la departamentalización de la UNSL?

Eduardo Borkowski edubor en unsl.edu.ar
Mie Ago 21 13:14:34 ART 2002


¿Debemos debatir sobre la departamentalización de la UNSL?

1-      La situación: Nuestro país se encuentra en una grave crisis 
política, económica y moral, y esto afecta, sin duda, todos los ámbitos y 
también, por supuesto, al universitario. Lo sufrimos todos los días, no 
solamente en el recorte salarial o en el no envío desde hace diez meses de 
los fondos de funcionamiento para la UNSL, o en la deserción estudiantil 
por razones económicas, sino también en asuntos menos evidentes pero no 
menos importantes como los ataques a la educación publica expresadas en 
nuestra provincia, por ejemplo, con las escuelas “charter”, o en la 
imposibilidad de pensar siquiera en adquirir bibliografía o en  la 
disminución de trabajos prácticos que impliquen consumos, etc., etc. La 
pregunta que surge inmediatamente es ¿podemos hacer algo al respecto?. Creo 
que la respuesta es afirmativa en varios sentidos. A nivel general 
deberemos hacernos cargo de nuestro papel como ciudadanos pero también en 
nuestro propio ámbito que no es solamente de trabajo: la Universidad. La 
idea que subyace esta afirmación es que la crisis general también implica y 
es retroalimentada por las crisis en cada sector de la sociedad. Podría 
plantearse que si cada sector de la sociedad cumpliese sus funciones del 
mejor modo posible, entonces la crisis general sería de mas fácil 
resolución. Sin duda que este es un camino de ida y vuelta, un círculo que 
en muchos casos se ha transformado en vicioso, y parece razonable que se 
puede contribuir a romperlo comenzando por alguno de los polos que 
participan. Por este motivo creo que la discusión sobre las formas de 
resolver crisis sectoriales contribuirá también a la solución general.
2-      El tema:  Ahora bien, ¿debemos discutir cuestiones coyunturales o 
estructurales?. Creo que la discusión sobre los aspectos coyunturales es 
inevitable porque son  los que nos imponen las situaciones cotidianas, 
entonces me parece que la cuestión debería plantearse de otro modo: 
¿debemos debatir solamente aspectos coyunturales? ¿O, además de éstos, es 
necesario pensar y debatir también sobre cuestiones estructurales?. Me 
inclino por una respuesta negativa a la primera pregunta y afirmativa a la 
segunda. No solamente porque estoy convencido que podemos contribuir en 
algún grado a la resolución de la crisis general sino también porque me 
parece evidente que los aspectos estructurales contribuyen  y no en menor 
grado  a los aspectos coyunturales, y estos no podrán ser resueltos 
satisfactoriamente a menos que se resuelvan aquellos. Por mencionar un 
ejemplo en un aspecto importante aunque parcial: es poco probable que 
nuestro presupuesto aumente en los próximos años, lo que significa que si 
deseamos aumentar o aún mantener la calidad de nuestros servicios 
educativos, deberemos pensar en una utilización más eficiente de los fondos 
porque si no es así, nuestra calidad educativa disminuirá casi inevitablemente.
3-      El momento: Aún estando de acuerdo en el punto anterior, surge la 
duda acerca de si es conveniente discutir temas estructurales en este 
momento, un tiempo de tanta inseguridad respecto a la evolución de los 
hechos, o si, en cambio, es mejor avocarse a resolver los aspectos 
coyunturales que mantengan la situación lo más estable posible y esperar 
“hasta que aclare” para discutir cuestiones de fondo. Por un lado creo que, 
como decía antes, podemos contribuir a que “aclare”. Por otro lado, creo 
que son precisamente los momentos de crisis los que deben aprovecharse para 
discutir y eventualmente producir cambios de fondo. Se dice que las crisis 
deben servir para crecer pero esto es así solo en el caso en que se pongan 
en discusión cuestiones de fondo, de lo contrario no hay alternativas a la 
destrucción.
4-      Los desafíos: Nuestra Universidad Nacional de San Luis 
enfrenta  con crisis o sin ella  varios desafíos que están vinculados con 
el verdadero cumplimiento de los fines que menciona nuestro Estatuto en su 
primer artículo, en su primer inciso: “Formar recursos humanos capacitados 
para la aplicación del conocimiento en el mejoramiento de las condiciones 
de vida de la sociedad y consustanciados con la obligación que se adquiere, 
junto con el saber, para con el Pueblo de su Nación.” Pero en este momento 
de crisis la sociedad tiene mucha mayor razón en preguntarse y preguntarnos 
si estamos haciendo lo mejor posible para cumplir con los fines que nos han 
encomendado y los que nosostros mismos nos hemos fijado. Lejos está de mí 
decir que estamos haciendo todo mal, pero en cambio creo hay muchos 
aspectos en los que podríamos (y deberíamos) hacerlo mejor.
5-      La departamentalización: Se han planteado, en este momento, dos 
temas que a mi entender son estructurales: la departamentalización y la 
problemática del ingreso. No estoy al tanto de si se ha planteado otra 
discusión en la comunidad universitaria y no veo contradicción en discutir 
ambos temas. Más aún, creo que una discusión también alimentará la otra. 
Prima facie,  el sistema departamental tiene muchas ventajas sobre el 
sistema de Facultades. Quisiera mencionar muy someramente algunos de ellos, 
teniendo en cuenta que habrá numerosas omisiones en este punto de la 
discusión. Dada la actual situación del conocimiento, que aumenta y cambia 
permanentemente en cuanto a campos y saberes específicos, parece necesario 
dotar a la Universidad de una flexibilidad en la definición de sus carreras 
que actualmente no posee. Sirva como ejemplo la discusión sobre la carrera 
de Ingeniería en Alimentos. Este ejemplo muestra que, aunque es posible 
hacer cosas en un sistema de Facultades, podría ser más rápido y eficaz 
hacerlas en un sistema de Departamentos. Nuestra Universidad, casi con 
seguridad, deberá crear nuevas carreras que se adapten a las necesidades de 
la provincia y del país, las cuales no serán carreras “tradicionales” sino 
que requerirán el concurso de varias disciplinas, como en el ejemplo antes 
mencionado, que se dictan en distintas Facultades. La problemática del 
ingreso y la permanencia de los alumnos en la universidad tiene, como lo 
muestra el Taller recientemente realizado, muestra una problemática que no 
depende de la Facultad sino que tiene un gran número de aspectos en común 
que ameritan, razonablemente, respuestas comunes a toda la Universidad, 
como se sugiere en el informe correspondiente. Respuestas comunes a las 
distintas carreras serán sin duda, mucho más fáciles de tratar en un 
sistema departamental. La asistencia a las reuniones del Consejo Superior 
muestra que, en muchas ocasiones, se funciona más bien como una “Federación 
de Facultades” que como una Universidad. La quintuplicación de instancias 
administrativas no apunta a una descentralización de decisiones sino que, 
habitualmente, significa solo la multiplicación de instancias burocráticas. 
Y por supuesto es necesario mencionar el costo presupuestario que supone el 
mantenimiento de dichas instancias, el que podría ser sensiblemente menor 
en un sistema departamental.
6-      Las expectativas: Si se cambiara a un sistema departamental, ¿se 
resolverían todos los problemas que se presentan en este momento en la 
Universidad?. La respuesta obvia es que no es así, sin embargo, también me 
parece seguro que algunos problemas que podrían denominarse 
“culturales”  (como por ejemplo la pervivencia conceptual de la “cátedra”) 
serían mucho más fáciles y más rápidos de resolver en un marco estructural 
distinto. Por supuesto que es necesaria la discusión para ponerse de 
acuerdo en que tipo de departamentalización habría que llevar a cabo, pero 
para esta discusión debe partirse de la premisa básica de no afectación de 
un puesto real de trabajo, salvo obviamente, los vinculados con actividades 
de gestión, “cargos políticos”: Decanos, Secretarios de Facultad, etc.
7-      Conclusión: A pesar de haber expuesto solamente algunos de los 
argumentos que existen para contestar afirmativamente a la pregunta 
inicial, creo que son suficientes para afirmar que sería muy conveniente 
debatir sobre el cambio de estructura de la UNSL. Sea dicho esto sin negar 
la posibilidad de discutir sobre cualquier otro tema que pudiera contribuir 
a mejorar la Nación y la Universidad en este particular momento de  nuestra 
historia.

Eduardo Borkowski
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: <http://listas.unsl.edu.ar/pipermail/unsl/attachments/20020821/d6acf85c/attachment.html>
------------ próxima parte ------------

---
Outgoing mail is certified Virus Free.
Checked by AVG anti-virus system (http://www.grisoft.com).
Version: 6.0.381 / Virus Database: 214 - Release Date: 02/08/02


More information about the unsl mailing list