UNSL. En desagravio y Homenaje al Poeta Antonio Esteban Agüero

[Prensa UNSL]

UNSL
En Desagravio y Homenaje al Poeta Antonio Esteban Agüero

La poesía es un acto de creación que fecunda las 
culturas. Fluye al calor de los hombres sensibles 
enamorados de la palabra. Soñando y escribiendo, 
los poetas arremeten contra el dolor y los 
espantos; alumbran el amor y desnudan la 
injusticia; siembra esperanza y nos invitan a 
caminar por los caminos de la libertad, sin 
condicionamientos y ataduras de ninguna naturaleza.

Rindiendo honores al linaje de los grandes vates 
que dignificaron la condición humana, don Antonio 
Esteban Agüero ofrendó hasta el último aliento su 
condición de poeta; hizo de la poesía una forma 
de ser y estar en el mundo: Vivió en poesía. Por 
ello su obra y su legado merecen y gozan de un 
reconocimiento que transciende el paso de tiempo 
y pulveriza las distancias, alzando vuelo universal.

Dado que la Universidad Nacional de San Luis 
posee parte de los derechos de autor sobre las 
obras completa del Poeta Antonio Esteban Agüero, 
en orden a tan alto honor y con la 
responsabilidad que supone el mandato de parte 
que le cabe a esta casa de estudios a la hora de 
tutelar y promocionar la riqueza poética y 
cultural que nos ofrendara “El Poeta”, y para 
reparar omisiones, intertextos y “malas 
versaciones”, consideramos oportuno ponderar 
nuevamente, tal como lo hicimos en 2010 en el 
marco del Bicentenario de la Patria con la 
edición de un afiche-cuadro, el desarrollo 
integral de la bella composición poética que 
lleva por título “Capitán de Pájaros”.

Sólo respetando el carácter original de las 
obras, sin alterar sus desarrollos y recordando 
la gesta de sus autores lograremos estar a la 
altura del mundo que soñaron y prodigaron los grandes poetas.



Lic. Alberto Trossero
Secretario de Planeamiento
Universidad Nacional de San Luis






Poema: Capitán de pájaros

(Antonio Esteban Agüero)

Yo, Antonio Esteban Agüero,
capitán de pájaros,
general de livianas mariposas,
estoy en Buenos Aires,
la capital del Plata,
para ser presidente
y organizar la Patria.

Detrás he dejado
los pueblos que me siguen,
ejército de alondras,
la división blindada de los cóndores,
las águilas que saben del sabor de la piedra,
calandrias,
chalchaleros,
chiriguas mañaneras,
los secretos lechuzos que me pasan
la información del día y de la noche.

Tengo un millón de caballos
¿Escucháis su relincho?
Que rodean la urbe por sus cuatro costados,
sus jinetes son muertos de Facundo,
son muertos de Ramírez,
montoneros del Chacho
sableadores de Pringles,
domadores,
remeseros,
rastreadores,
guitarreros,
espectrales jinetes que cabalgan
mi millón de caballos.

Les ruego que se rindan
que depongan las armas,
que guarden los tanques,
y encierren los cañones,
porque mañana a mediodía
quiero estar en la Plaza de Mayo
sobre viejos balcones del Cabildo
para ser presidente y
prestar juramento:
por los ríos de sangre derramada,
por los indios y los blancos muertos
por el sol y la luna,
por la tierra y el cielo,
por el padre Aconcagua,
y por el Mar oceánico,
y por todas las hierbas y los bosques,
y por todas las flores y los pájaros,
y por el hambre de los niños pobres,
y la tristeza de los niños ricos,
y el dolor de las jóvenes paridas,
y la agonía de los viejos ...
Juro
Yo juro.
Hacer de este país la Patria.
Ordeno que se rindan
porque mañana a mediodía
entraré en Buenos Aires.
Tengo un millón de caballos
¿Escucháis su relincho?
Nadie podrá atajarme





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